Blogia
Dialogar, reflexionar, narrar

Proceso-producto ¿dónde esta el equilibrio?

Proceso-producto ¿dónde esta el equilibrio?

(Escrito el 10 de diciembre)

 

Esta reflexión la tenía a medio escribir como continuación a la anterior, y porque también surgió como una preocupación entre el profesorado del Master en una larga discusión entre proceso-producto, proceso vs producto… qué relación es la idónea…. Y ahora me toca añadir también en el taller de Competencias y Comunicación de Tim Ingarfield, en dónde apareció nuevamente la cuestión de dónde esta el equilibrio. Por lo que a los “ingredientes iniciales”  en el proceso de escritura de este diario se fueron sumando otras ideas…..

Antes de buscar una respuesta a esta cuestión tendríamos que partir de un supuesto previo. Cómo docentes siempre partimos de buscar soluciones a problemas educativos (de allí que nuestro hacer es siempre dilemático). Por ejemplo problemas- que encierran valores educativos con sus consecuentes sugerencias de actuación – como ¿Qué contenidos seleccionar según su virtualidad epistemológica, pedagógica, social? ¿Cómo conseguir compatibilizar el interés que tiene el alumno y generar otros intereses? ¿Qué actividades, tareas permiten un aprendizaje relevante?¿Cómo lograr una reconstrucción y no una yuxtaposición de conocimientos?. Si consideramos que son problemas valiosos tendremos que ensayar diferentes hipótesis o propuestas de acción. Es decir, buscar cuáles serán nuestros principios de actuación para responder a estos problemas. En este caso no nos sirve que tengamos claro qué hay que hacer y cómo hacerlo sino porqué y para qué hacerlo. Aparece entonces el nivel del qué (contenido), cómo (procedimientos, metodologías) y del por qué y para qué (finalidades, razones, direcciones). Muchas veces nos centramos más en los dos primeros pero no indagamos en las razones del por qué hacemos lo que hacemos, o hacia dónde vamos, queremos o podemos ir….. Tal vez por ello, en los talleres hemos visto que el profesorado enfatiza más los productos que los procesos. Intenta calibrar sus expectativas en relación al resultado esperado, allí deposita lo que es valioso, si yo lo dominio ellos también. Por ello entra la lógica del la verificación, del control… más que enfatizar el proceso, sólo miro el producto (contenido).

Ello tiene una consecuencia directa y es que cometemos el error de pensar nuestra propuesta de enseñanza en los resultados de aprendizaje. No es que éstos no importen sino que los pensamos a priori, los determinamos en lo que nosotros queremos conseguir que nuestros estudiantes consigan. Es decir,  antes de conocer a los estudiantes, sus características, puntos de partidas, intereses, contenidos previos, experiencias. Como docentes solemos pensar en buscar respuestas homogéneas de nuestros estudiantes a las cuestiones que planteamos,  las planificamos y determinamos como resultados antes de desarrollar un proceso. Luego claro está nos generamos unas expectativas que esperamos que los estudiantes las alcancen. Pero no desde ellos sino desde nosotros.

Ahora bien si pensamos en términos de problemas educativos, como acertadamente señala Contreras (1992), sería un error pensar la práctica en términos de objetivos a conseguir, de resultados o estados finales del alumno sino hay que pensar en forma de principios de actuación del profesor, es decir en principios que guían la forma de proceder, principios que tienen que traducirse en acciones concretas para resolver los problemas educativos planteados. Y es aquí donde tendríamos que volver a la calidad del aprendizaje porque es como señala Elliott (1993) en la calidad del proceso donde se garantiza la calidad de los resultados de aprendizaje. No se puede  hablar de productos sin más, no se generan por determinarse a priori, escribirse en los programas o establecerse en los criterios de evaluación, por ejemplo. Los productos dependerán de cómo ha sido su proceso para llegar a ellos. Por tanto no es que solo nos centremos en el proceso o en el producto, ni que busquemos un falso equilibrio por dedicarle igual importancia a uno o a otro. Si nos preocupamos del proceso, si este tiene “una buena cualidad” también lo tendrá el producto. No se pueden plantear un proceso “abstracto, vacío sin contenido”. Como señalaba Tim en el taller “ser consciente del proceso pero con contenido.”, Si durante el proceso estimulamos pensamiento crítico, creativo, reflexivo mediante actividades que lo provoquen, mediante materiales que contribuyan a ello, lo más seguro es que el producto se acerque a ello. Si durante el proceso  el alumno solo toma nota, acumula y no procesa información (aprendizaje bulímico) es difícil que al final del cuatrimestre relacione, compare, contraste, critique porque no lo ha hecho en el proceso.

Por eso nuestra responsabilidad como docentes no está tanto en pensar en los productos sino en garantizar la calidad del proceso: diseñar y desarrollar entornos de aprendizajes ricos, sustanciosos, variados, interconectados que brinden oportunidades para un aprendizaje de calidad. Seleccionar contenidos valiosos, proponer actividades retadoras, proporcionar “apoyos, andamios, soportes” para que avancen en el desarrollo de un aprendizaje autodirigido, provocar “descoloque” “conflictos cognitivos”, “insatisfacción con lo sabido”, “disrupción”, “despertar curiosidad”, “generar misterio”….retroalimentar para que sea saque el mejor provecho de ese proceso, para reconstruir conocimientos…..

Y creo que es aquí donde reside nuestra responsabilidad, es por tanto un indicador (interno y externo) para evaluar nuestra docencia, es una evidencia para indagar sobre nuestra propia práctica y mejorarla. Es  en el desarrollo de este proceso dónde podemos integrar la “innovación, la indagación y el desarrollo profesional”. Por ejemplo, aquí tienen pleno sentido las preguntas del por qué y para qué…..

No es un ejercicio sencillo porque la búsqueda de respuestas a estos interrogantes también nos decolocan a nosotros mismos….. pero si ve de esta forma la práctica docentes es siempre desafiante..retadora y muy poco rutinaria….

4 comentarios

CARMENCHU -

Hola Leonor:

Osadia no osadia, tu contexto, mi contexto, el patrón de Alejandro.

Me lleva a pensar, si es un patrón, el hecho de crear binomios, cuando tantas veces son "más necesarias" la triadas.Dos puntos, -una linea recta- ( no cabe nada),tres puntos -un triángulo-(CREAMOS ESPACIO)
El equilibrio sería aquí la triada, y visto desde una perspectiva de aprendizaje multinivel, un todo inseparable.

Cuando leí la primera vez lo del patrón.Pensé:
- ¿ Este tío de que va..?

Ahora puede entender a Alejandro, él estaba en su contexto y yo en un patrón mio de escepticismo, que a veces tan útil me es.

Ha pasado el tiempo y claro a largo plazo,voy comprendiendo cosas y este espacio me sirve para plasmarlas o para confirmarlas, como tu dices a equilibrar pensamientos, restructurar, ect.

Dejo aquí un enlace de redes,sobre esto del patrón, que la verdad, ¡es todo un filón de conocimiento¡, por si os apetece mirarlo, es


http://www.redesparalaciencia.com/1275/redes/2009/redes39-programados-para-creer

Es de un psicólogo Bruce Hood, de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, ha publicado recientemente el libro Supersense: Why we believe in the unbelievable

1 beso

Leonor -

gracias Carmen, y me alegra que te atrevas a escribir porque no es una osadía sino una formar de seguir dialogando y reflexionando sino ¿qué vamos a transformar?. A lo mejor es otro modo de buscar equilibrio...

CARMENCHU -

Hola LEONOR:

Quería aportar algo a tu blog, y en una segunda lectura de tu disertación,he entendido y visto nuevas apreciaciones.

Estoy muy de acuerdo con lo que comentas, totalmente obvio y coherente.. Gratificante para mi, por tener profesores con ese nivel de profundización en su experiencia docente.

La frase de Tim ( a quien no tengo el gusto de conocer personalmente, si virtualmente) “ser consciente del proceso pero con contenido.”también tiene un peso especifico, y clave en mi humilde opinión,..

Esta busqueda del equilibrio,quizás no tenga más respuesta, que esa simultaniedad que da la práctica, que rara vez coincide con la teoría,aunque sigamos luchando por descubrir nuevas teorías, en lugar de generar nuevas prácticas ( cosa que no veo en clase, ¡gracias por estar abierta a aportaciones¡) .Opino que no es del todo relevante,la practica o la teoría ,sino la calidad, como tu dices. Construimos la práctica desde la teoría , y el error estriba en que no es el camino correcto.La práctica desequilibra y por ello es tan necesaria¿ no?. Nuevamente se equilibrará y desequilibrará y así sucesivamente, es un continúo, en una vía de ida y vuelta ( como una estación de trenes).

Proceso y producto, pueden ser una misma cosa, si hay coherencia.
No tengo ni idea, y me importa y no me importa, que mis apreciaciones sean del todo ciertas o equivocadas. Quizás me parece más importante el paso de intentar y osar escribrir algo, en tu blog, el dialogar,reflexionar y dialogar, y narrar ( bonito titulo,me gusta)y lo saludable y bello, que puede ser este proceso-producto ..El compartir definitivamente.

El mero hecho de preguntarnos las cosas nos desequilibra y equilibria, ¿ en que medida?,No sólo es cuantificable..

BESS Y CRACIAS POR CREAR ESTE ESPACIO.

Alejandro -

Hola

Genial que el tema del proceso y el producto siga dando de sí, y lo que seguirá.

Dentro de poco también retomaré algunas de estas cuestiones.

Me gusta volver a leer acerca de todo esto desde tu perspectiva.

Creo que cuesta entender la idea de proceso, porque en general no estamos acostumbrados a atenderlo, o al menos no hemos desarrollado distinciones útiles para generar información de calidad respecto a dicho proceso. Y es fundamental por ejemplo para entender el tema de las competencias.

Creo que a ese binomio podemos añadir la distinción de patrón, que actúa a un nivel superior. Patrón, proceso y producto. El patrón organiza los procesos, o al menos permite estructuralos, estabilizarlos. Bueno, imagino, es un tema que aún sigo explorando. Por eso los principios, como distinción digital, actúan a un nivel de patrón.

Bueno, será interesante seguir viendo como aplicamos todas estas cosas, y además, dentro de nada.

Un saludo

Alejandro