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Dialogar, reflexionar, narrar

La sospecha epistémica

La sospecha epistémica

(Escrito el 6 de diciembre)

 

Creo que aún sigue muy vigente en varios contextos de formación la premisa o el principio de que la enseñanza provoca el aprendizaje. Pero sabemos que un principio de la “sospecha epistémica” es que la enseñanza no equivale al  aprendizaje, las intenciones no siempre se corresponden con las prácticas, ni que un buen curriculum (sea programa, plan de estudio, guía docente) genera una buena práctica y unos buenos resultados. Esto que asumimos como algo esencial no siempre está de un modo “consciente” en el hacer docente.

 

Como bien señala Gimeno (2005) con esto no es que se menosprecie la enseñanza, ni que haya que sustituirla sino que la validez de la enseñanza encuentra su prueba de contraste y justificación en el aprendizaje.  Aprender es en definitiva la meta. De allí que la enseñanza tiene que orientarse a provocar, enriquecer, generar, sistematizar la experiencia del aprendiz. Tiene una clara finalidad, y un componente directo de ejercer en el otro, una influencia. Tanto es así que sin alguien que aprenda la enseñanza no tiene sentido. Por ello más que poner el acento en la calidad de la enseñanza (no porque no importe, sino porque desvía la atención) interesa analizar  la “calidad del aprendizaje”. En ella tiene mucho que ver la situación y el entorno que se ha generado para favorecer esa calidad.

 

Si esto es así cambia el eje del proceso enseñar-aprender, ya no está en la enseñanza entendida como transmisión de conocimiento, ni exclusivamente el dominio del contenido por parte del transmisor sino en la capacidad del estudiante de construir ese conocimiento, de incorporarlo significativamente, transformarlo, reconstruirlo y producir nuevo conocimiento. Y esto se logra en la calidad del proceso. Si esto es así no tiene sentido centrar solo la enseñanza en NARRAR (explicar, contar el contenido) ni como señala Finkel en la ecuación dar clase=narrar. En la base de este modo de entender la enseñanza se genera la reducción del conocimiento a la información. Y esto  es bastante propio del enfoque como reproducción o transmisión. Para que la información se convierta en un saber incorporado hay que provocar un aprendizaje relevante: ello supone integrar el contexto de producción del conocimiento con su utilización y transferencia. Implica reconstruir esquemas habituales mediante integración de saberes y no mediante una yuxtaposición. Supone un ambiente de vivencia experiencial y social. Claro, esto es mucho más complejo que “narrar”

 

Hemos comprobado en diversas experiencias que este enfoque persiste muy fuertemente por la identificación de la identidad del docente con “el contenido” con la transmisión, la transmisión con la explicación, “contar un contenido”, con seguir una única lógica y única secuencia. El profesor se percibe como proveedor de conocimiento, como experto en una materia. Y es en base a ello que construye su identidad profesional.  Por ello, este dominio y transmisión le da seguridad, “autoeficacia”.. Cómo indica Hargreaves la identidad del área de conocimiento, disciplina, pasa a formar parte de su identidad personal.  Pensar de otro modo, relacionarse con la enseñanza desde otra perspectiva implica muchas veces desajustes y desequilibrios. Se percibe como una amenaza, la persona se siente vulnerable y tiene que gestionar la incertidumbre. No es fácil por tanto mostrar que hay otras alternativas cuando se quiere que el estudiante aprenda a través de la comprensión y construcción de conocimientos

 

La responsabilidad del enseñante, está en brindar todas las oportunidades para que el estudiante aprenda, en diseñar y generar entornos ricos, diversos, sustanciosos. Y reconocer, desde luego, que el aprendizaje es personal, voluntario… requiere curiosidad intelectual, tiempo para pensar, procesar información, reflexionar. Hay que recordar que aprendemos por que no sabemos eso que queremos aprender. Tenemos que construir ese aprendizaje, o reconstruir algo para volver a reconstruir, completar, enriquecer, ampliar, profundizar.  Ya lo decía Freire aprender/estudiar es una tarea difícil, no se trata de consumir ideas sino de crearlas y recrearlas, es díficil pero muy gratificante.

 

El conocimiento no es algo que se trasvase, se absorba, se consuma, no es algo estático, acabado, cosificado, exento de conflicto sino que es conflictivo, en constante evolución, controvertido,  fruto de una construcción sociohistórica. Es algo que se construye y reconstruye, que se desarrolla, tiene múltiples aristas y dimensiones. No solo se trata de una construcción cognitiva sino social, interpersonal y afectiva. Es decir, volvemos a la cuestión epistemológica: depende de la forma de entender el conocimiento y como nos relacionamos con él.

 

Esto, nuevamente no significa  que el contenido no importe ni que se aprendan habilidades o capacidades en el vacío, ni instrumentos o procedimientos sin contenidos, siempre se opera sobre “algo” un contenido. Pero este no es un fin en si mismo no es la meta sino  los conocimientos son “nutrientes de las capacidades”. Son las fuentes a las que apelar para resolver problemas…

 

Todas estas cuestiones han surgido insistentemente en mis clases el mes de noviembre, ya sea en  la licenciatura, en el postgrado o en la discusión de grupos de innovación. No creo que sea casualidad sino quizás es fruto del “descoloque” en algunos casos, y en otros, se deba a ciertas transiciones hacia asumir otro tipo de relación epistemológica con el conocimiento y con la enseñanza, pero desde la postura o el posicionamiento del aprendiz.. Es decir, que no sabe, por eso lo aprende, no lo domina, no ha instaurado su seguridad en “el dominio o expertez de algo”. Tiene que enfrentarse a algo incierto, impredecible, abierto.

 

Otra cuestión recurrente ha sido la relación proceso-producto. Y cómo percibe la relación, o el falso dilema si centrarse en el proceso o el producto. Pero esto ya de para otra reflexión. Continuará……

Los otros como recurso

Los otros como recurso

Tenía pensado escribir sobre el premio que el pasado 13 el Consejo de Estudiantes otorgó a distintos miembros de la comunidad universitaria, entre ellos al PDI. Pero ya que no pudimos hacer un discurso allí, lo siento por vosotros que os tocará leer algunas reflexiones que se me habían ocurrido a la hora de recibir ese premio. En ese momento fue solo recogerlo y saludar a quiénes nos lo daban. Pero viví una sensación de que esto quedaba muy frío o muy despersonalizado, o que podía interpretarse puramente como un mérito individual. A mi me hubiese gustado poder destacar que no era un premio para mi “como persona determinada, sujeto individual con nombre y apellido”, sino que yo lo veía cargado de simbolismo y como una extensión al reconocimiento de una labor de equipo.

En este sentido, me vinieron a la mente las ideas que habíamos estado discutiendo en el seminario del FIT sobre una provocadora lectura de Anne Edwards sobre “agencia relacional”. En ella veíamos la importancia de pasar de una acción individual a la creación de una comunidad de aprendizaje. Entre los fundamentos para que esto sea posible era necesario  reconocer a “los otros como recursos”. El concepto de agencia relacional se entiende como “capacidad para trabajar con otros y expandir el objeto sobre el que uno está trabajando. El objeto es ampliado por la exploración de la variedad de interpretaciones que están disponibles. Desarrollar la capacidad para reconocer a los otros como recursos de modo que se pueda uno beneficiar individualmente desde la acción colaborativa como resultado de reconocer lo que es destacable para los otros. Esa capacidad puede desarrollarse”

Pero en mi caso ¿quiénes son los otros?. No vaya ser que me pasé como la película y al final yo sea como la protagonista (Nicole Kidman, no por la actriz, claro no me molestaría parecerme a ella) y estuviera en la otra dimensión pensando que era la real, y no que ella y sus hijos eran los otros. Vuelvo a la pregunta. Y reconozco muchos otros,  desde distintas situaciones y posicionamientos, como recurso para mi desarrollo personal y profesional.

Entre los otros están los y las estudiantes de mis clases, con ellos desde que comencé en esta universidad, van hacer diez años en diciembre, he puesto en marcha distintas experiencias según el grupo, el momento, las posibilidades, pero siempre me han permitido aprender y lo fundamental se han atrevido a iniciar una aventura, a veces desafíante. Hemos innovado, escrito artículos, iniciado proyectos, o simplemente hemos “convertido el aprendizaje en una experiencia vivencial, que como tal la tenemos allí.

Pero los otros también son mis estudiantes-profesores, ellos son un rico y nutriente recurso, que desafía cada año el avanzar en ser “competente” en este complejo oficio de enseñar y aprender. Interesante porque aquí si que es más incierto el proceso, y nos sitúan en una doble vía de enseñante-aprendiz. Y los ex-alumnos, graduados de magisterio, psico, del programa de formación, profes en activos que están ahí para recordarme que creyeron que otro modo de educar es posible y que cada tanto tiempo hay que renovar ciertos compromisos, recordarme que aún podemos hacer cosas conjuntas, y que están deseosos aunque sea de “ser escuchados!.

En escena aparecen “otros” muy significativos como mis compañeros/as-colegas con los que hemos ido formando equipo, y que son una extraordinaria fuente de desarrollo, y unos mediadores muy comprometidos a pesar de sus propias presiones, exigencias, clases… encuentran el espacio para embarcarse en propuestas, proyectos, actividades….

Sin duda, puede haber muchos otros que no sea capaz de reconocer, ya que como señala Anne Edwards no es sencillo acceder a los otros como recursos cuando se trabaja en problemas dentro de una práctica que debería llevarnos nuevamente a esa práctica pero como ampliación comprometida con esos recursos…  Es cierto que a nivel micro todos estos procesos de negociación, y las capacidades que tenemos que desarrollar (interpretar problemas, contrastar interpretaciones, leer el entorno, trabajar con otros….) están poco exploradas. Me pregunto ¿hasta qué punto yo misma soy recurso para los otros, como puedo mejorar esa capacidad?. Vaya responsabilidad….

Pero en  la negociación de significados y en la lectura del entorno de una buena práctica (me gusta más que mejor docente) puedo concluir que no hay recetas pero si que entre yo y los “otros” compartimos un secreto, bueno no se si ese el término (no es tan secreto, oculto, o desconocido por “otros”) más bien un principio que ha funcionado en todas las ocasiones: tenemos altas expectativas sobre las posibilidades de aprender de nuestros estudiantes, una fuerte implicación conjunta en lo que hacemos, una pasión y ganas que se contagia, y que nos lleva a plantearnos cada año como si fuera “único” , apertura para “ver y escuchar a los otros” y un entorno de confianza, respeto, buen clima entre todos (que no deja de ser exigente, con mucho esfuerzo, dedicación). No es demagogia, no es ingenuidad, ni debilidad, ni menos utopía, es un realidad…..como tal  por momentos dura, difícil, compleja, incierta.. pero “gratificante” "desafiante".

¿Pero no éramos pocos? ¿No había peligro de no tener suficientes clases?

¿Pero no éramos pocos? ¿No había peligro de no tener suficientes clases?

Este curso podemos decir que tenemos una gran cantidad de alumnado y en todas las fases grados, postgrado, licenciaturas a extinguir, doctorados…. Sin duda hay factores que conocemos bien, no hay oposiciones en primaria e infantil (aunque secundaria sí y eso se nota en el perfil de los grupos), se han hecho muchas ofertas de master y nuevos doctorados, el Master en Secundaria por fin está en marcha… y además se ha puesto en marcha el programa de formación para el nuevo empleo. En el caso del Master en Docencia, el boca a boca funciona como la mejor difusión y el profesorado más que nunca percibe que necesita “apoyos para el cambio”. Esto es real, pero también habrá otros elementos “el aumento de desempleo”, reducción de jornadas… o simplemente en época de crisis nos beneficiamos con el incremento de estudiantes de todas las edades. Ante esta situación podemos caer en la queja… o  pasar como diría  Iborra (2006)-vamos a citarlo con precisión- de la queja al compromiso. No voy a mirar para otro lado, ni analizar otras circunstancias, sino en este presente del indicativo como construimos un futuro para estas personas en procesos de formación… ya que "la manera en que queremos que cambien mañana depende de nuestra forma de pensar hoy. (Kegan,2003). ¿Seremos capaces de brindarles oportunidades para que den lo mejor de sí mismas? ¿Podremos crear entornos de aprendizajes ricos y sustanciosos para que sean competentes más que para que intenten recordar ese innumerable listado de competencias que aparecen en la mayoría de las ofertas formativas?. ¿Lograremos mantener esa motivación e interés con las que muchos se han acercado a nuestras aulas?. Con este último desafío ya tendríamos bastante, no desanimar ni desmotivar a nuestro alumnado… No estaría mal recordar las palabras de Elliott cuando se refiere a la función esencial del profesorado: en una enseñanza y aprendizaje basado en la comprensión, el profesorado tiene que brindar todas las oportunidades para facilitar el aprendizaje crítico, reflexivo y profundo. Esperemos dar la talla…. y que el alumnado crezca no sólo en número sino en su capacidad de convertirse en aprendices autónomos y autodirigidos.

 

Trabajo en equipo

Trabajo en equipo

A raíz de nuestra reciente participación en un proceso de formación, me he dado cuenta de los beneficios de ser un equipo. Sin duda, formar parte del FIT nos ha ayudado a ir creciendo juntos…. Como todo proceso es un camino largo, con diferentes evoluciones personales y como grupo, con transiciones en diferentes planos y en algunos casos hasta con “sentimientos de pérdidas y duelos”.

Creo que en esta última experiencia es cuando he sido realmente consciente de la construcción de esta “identidad como FIT”, ya lo habíamos hecho antes en otras intervenciones pero mucho más dirigidas, planificadas y quizás con menos de nosotros involucrados. En este caso, y con la frescura de los aportes de nuevas personas que se han formado con nosotros, me ha resultado una grata y satisfactoria sensación. Podríamos decir que como equipo hemos sido aprendices autodirigidos. Sin duda no sólo por nuestra trayectoria de dar clase con la boca cerrada como diría Finkel, sino también por nuestra facilidad para dar clase en equipo, todos juntos interviniendo según nuestros aportes, líneas, actitudes….Esto ya lo probamos y funcionamos con mucha naturalidad… También nos ha ayudado nuestros seminarios reflexivos que nos permiten profundizar en algunas dimensiones y aprender de otras investigaciones porque como señala Fencho las leemos con ojos de “investigadores”.   Conocer otras experiencias de formación, leerlas, comprenderlas, debatirlas nos ha permitido ir creciendo como grupo en el ámbito de la indagación. Nos queda la tarea pendiente de la sistematización y el registro en la que nos encontramos ahora.. pero también en el proceso de formación lo hemos conseguido, allí están… al principio más descriptivo pero poco a poco se ha ido convirtiendo en una práctica reflexiva, no sólo la descripción sino la interpretación.

Ahora estamos en otro reto, formar parte de la clase sin dominar el contenido del otro… qué mecanismos utilizamos, cómo nos complementamos, qué exploramos, qué teorías implícitas afloran… pero no adelantemos acontecimientos aún estamos en ello.

 

Un pequeño reconocimiento….siendo testigo de…

Un pequeño reconocimiento….siendo testigo de…

 

Estoy regresando de en un programa de formación de la UAH en Boa Vista, en el Estado de Roraima, al Noroeste de Brasil, prácticamente en el límite con Venezuela. Es mi segunda estancia allí. Lo había hecho el curso pasado más o menos por las mismas épocas. Llegar hasta allí sin duda es un largo camino de ida y vuelta, eso sí en avión, conexiones, esperas etc… pero sin grandes aventuras, ni caminos complicados, corte carreteras, desbordes etc… como lo hacen muchos de los profesores y profesoras que se desplazan desde el interior a no demasiados kilómetros, pero que invierten numerosas horas para estar el fin de semana en el curso. Hace mucho pero mucho calor, húmedo y no siempre el aire acondicionado está en todos lados o el ruido hace que tengamos que encenderlo y apagarlo constantemente. Claro, tenemos un problema añadido, ellos hablan en portugués y yo en español, nos entendemos obviamente pero con mucho esfuerzo, concentración, atención doble (no sólo al contenido sino también al sentido y significado).

Bueno supongo que os vais situando pero no es ésta mi intención en este diario. No quiero destacar las condiciones sociales, económicas y culturales…, que en realidad, son muy similares a otros países latinoamericanos. Solo me gustaría, quizás hasta como un homenaje a estos “maestros y maestras”, resaltar el compromiso de este profesorado por formarse, actualizarse, desarrollarse. Tampoco es una sorpresa para mí, que llevo varios años aprendiendo y compartiendo con el profesorado latinoamericano en diferentes situaciones y en contextos de desigualdad.

En el caso de Boa Vista creo que en el primer curso estuve más centrada en la gestión del curso, ya sabéis dinámicas participativas con muchas personas y en otro idioma suponen un desafío. Fue tanto mi empeño que logramos hacerlas, dinamizar debates, extraer conclusiones de plenarios….. Este año, eran menos y me dio más tiempo para la interacción individual… compartir otros momentos y mirar más allá. En esa observación vi como estos profesores estaban tan ávidos de aprender, conocer otras experiencias, conectarse con otros y  me sorprendió  una cuestión: varias personas que ya habían participado el año anterior, asistieron nuevamente a pesar que era otro grupo. La temática era la misma… pero allí estaban. Lo valoran como una oportunidad para su desarrollo personal/profesional y como no tienen muchas, la aprovechan al máximo. Muchos de los participantes se desplazan desde el interior del Estado, todos tienen más de un trabajo, hasta tres jornadas diferentes en un mismo día. Atienden a niveles distintos, niños, adolescentes y  adultos…. En algunas ocasiones en un centro privado por la mañana, un público por la tarde… incluso la universidad tarde noche. En este grupo (edades entre 25 a 55 años) todos eran madres o padres… y dedicaban sábado y domingo (mañana y tarde) para formarse. De los participantes que repiten, algunos manifiestan que han puesto en práctica muchas de las cosas que vimos en el curso… otros aprecian los materiales, bibliografía, el propio dossier… es una sensación de “entusiasmo” “interés” “motivación”…. Son plenamente conscientes del contexto, carencias....pero también que ellos tienen una función muy importante y quieren contribuir a que sus estudiantes aprovechen lo máximo posible. No se plantean hasta donde llega su trabajo, saben que no pueden contar la gran mayoría de las veces con la familia… que la oportunidad para compensar en algo tantas desigualdades puede estar en sus manos y actúan con esa generosidad de espíritu.

Las situaciones son particulares, no se pueden generalizar, la representación de estas personas de carne y hueso es lo que me importa en este momento. Y es a las que creo importante significar a través de estas líneas, y brindarles mi reconocimiento y admiración.

Todo el tiempo me estuvo dando vueltas en mi mente el dilema que planteaba Perrenoud en torno a “Los modelos de formación basados en la profesionalización y la práctica reflexiva, implicación crítica pueden parecer poco realistas en países poco desarrollados. Pero uno de los inconvenientes de los países industrializados es que a pesar de contar con los recursos tienen que hacer frente a una visión muy conservadora y un sistema muy burocratizado. Los países que tienen que formar gran número de nuevos profesores, por razones demográficas y para extender escolarización, cuentan con más posibilidades de romper tradiciones. Los desafíos a los que se enfrentan reclaman una forma de práctica reflexiva… pero no siempre disponen de los medios para formarlos”. Creo que esta experiencia puede ser una posible respuesta, es posible aprovechar estas energías, creatividad, disposición y “pasión” para intentar otros modos alternativos de formación. ¿En qué podemos contribuir? ¿Podemos comenzar a explorar, somos conscientes de ello? ¿Qué medios son necesarios, cuáles están a nuestro alcance?. En nuestro entorno, y más ahora que se nos exigen otras respuestas, otros modos de hacer, parece paradójico pensar en este dilema. A pesar de tener las condiciones para hacerlo, sino todas contamos con bastantes,  existen fuertes resistencias a cambiar los modos habituales en nuestras prácticas educativas. Tal vez podemos aprovechar estos aprendizajes.

(Escrito el 12 de octubre de 2009)

Más allá de los muros

Más allá de los muros

Creo que la metáfora de los muros nos dio bastante juego en el debate  sobre la película de "La clase "pero tal vez nos faltó tiempo para intentar traspasarlos y poder profundizar algunos aspectos, o simplemente dudar, cuestionar.... pensar de otras formas... me impacto que en algunas ocasiones fuimos tan duras, seguros y contundentes....

Con la ventaja que nos permite continuar podemos reanudarlos a través de nuestros diarios.

Primero que nada quiero agradecer a Cecilia, Alejandro y a todos vosotros/as por haberme invitado/integrado en el mismo…. Aunque realmente no haya podido expresarme mucho en el plenario…pero sin duda me quedé con ganas de hacer algunas reflexiones. Creo que en los pequeños grupos salieron mucho más temas pero bueno también asumo “mi falta de intervención” que se que algunas personas esperaban y tendrán que conformarse con esta reflexión y fuera de su tiempo real….

 

Las reflexiones las  haré centradas en dos cuestiones, una sobre lo que puedo aportar al contenido del debate y otra más relacionado al proceso en sí.

Para la primera parte, recojo el guante lanzado por Alejandro ¿desde dónde nos posicionamos? Lo haré, si me lo permitís, desde mi rol de profesora/formadora y desde ese tercer eje que llamamos curriculum y que no tuvimos ocasión de profundizar mucho. Creo que esta película da para mucho por tanto, solo me circunscribiré a este aspecto aunque es muy difícil parcelar porque creo que lo que en el fondo nos muestra este director es la complejidad de la enseñanza en todas sus dimensiones, la dificultad de lo humano como subjetividades cargadas cada uno de sus propios significados, dilemas e incertidumbres y que muchas veces queremos reducirlas a la simplicidad, la seguridad, el consenso… y como decía  Frank McCourt en El profesor… nunca hubiera imaginado lo complejo que era enseñar….

 

            Los tres desafíos que planteaban Hargreaves, Earl y  Ryan sobre los cambios en el curriculum de secundaria creo que están tan presentes en este Instituto. La pertinencia de los contenidos, la imaginación y el desafío. Muestras sobre la pertienencia o relevancia hay muchas… la falta de conexión con su aprendizaje experiencial, pertenencia desde donde vienen, desconexión con sus preocupaciones….El curriculum centrado en la disciplinas o contenidos disciplinares aparece incluso hasta en el final cuando Francois pregunta ¿qué han aprendido? las respuestas son  fórmulas, teoremas….conceptos y algunos no parecen mucho desde la comprensión….

La imaginación y la necesidad de atender a su desafío tiene su pequeño lugar en los modos diferentes de expresión por ejemplo a través de las fotografías… pero quizás es una gran asunte…incluso en imaginar otros modos de resolver conflictos, otros modos den entender realidades.. otros modos de entender normas, límites, respetos, alianzas.. Los desafíos o cuestiones retadoras que despierten interés… tienen un gran ejemplo en Esmeralda que ha leído, disfrutado y comprendido por su cuenta a Platón en su República pero curiosamente fuera de las actividades escolares….

También aparece el asilamiento aunque solo vemos una clase, no parece que llegara ni a la colegialidad artificial. Tampoco vemos colaoración como entrono(cuestión que no vendrá nada mal entre profes o alumnos en ese entorno). Las conexiones entre los profes no parecen que vayan más allá del intento del profesor de Historia de buscar un texto a fin…  pero tan contundente como lo muestra el director de la película, con la propuesta de  Voltaire…. Y qué pasa con la uniformidad en actividades y modos… en tiempos… espacios… como señalaba Beane no parece que sea favorable a plantear cuestiones de interés pero que no se queden en ello sino a partir de allí  se indague a los contenidos de las disciplinas ¿que pueden aportar para resolver las cuestiones que les preocupan? y no al revés… O como lograr esa reconstrucción para ayudarles a ir más allá y recompensar muchas desigualdades.

Y por último me vino a la mente las ideas de Wrigley en escuelas para la esperanza, cuando nos decía que la juventud está creciendo en un mundo conflictivo y lo que necesitan son instituciones educativas que les permitan la vivencia de un futuro mejor. Y una de esas vivencias es la de una justicia curricular en la que puedan partir de un aprendizaje situado, auténtico y tener retos cognitivos para superar esas desigualdades, es allí donde tienen que experimentar esas posibilidades y abrir a otro mundo que de a lo mejor no tendrán oportunidad de experimentarlo. O lo que Fullan añadía un curriculum vivo que les permita reconstruir un sentido de comunidad. Aquí faltaba ese sentido “fuera de los muros” pero dentro no podían tampoco experimentarlo y esa sí era una responsabilidad del proyecto curricular…y una responsabilidad del profesorado… no quejarse de “esta clase” reducidos todos a una masa porque lo que genera es traspasar esa rabia y resentimiento y generar respuestas similares… ya no se espera nada de ellos… y además tal vez contrbuimos a aquello que Gimeno llamaba  el “el alumno hastiado”…..

 

Una cuestión más… si tenemos en cuenta el aprendizaje relevante y experiencial quizás un ejemplo claro está en la profesora que al principio de la película parece más fría y distante, la que habla del tema del café… pero que secuencias más tarde ( tal vez porque va a ser madre) es la que propone hacer una colecta para la madre de Wey… o que su hijo se parezca a él.. y se cuestiona su responsabilidad… y  me quedó dando vuelta una cuestión ¿por qué hemos penalizado a François por que “se le fue de las manos” (para todos así fue?, de qué manos? desde qué interpretación? desde qué límites y normas?)  acaso nosotros también no lo juzgamos por un incidente crítico y puntual… y qué pasa con sus esfuerzos por innovar en las clases dentro de sus posibilidades, buscar rescatar lo que hay en cada uno…. qué oportunidad le damos en esa constante búsqueda de conectar con esos estudiantes, a su modo, con sus estrategias, con sus seguridades e incertidumbres, con sus propias formas de experimentarlo...   Como diría Penac basta un profesor para salvarnos de nosotros mismos… de todos modos seguía intentando convencer al resto, formal e informalmente, de que la sanción no es la solución….

 

No quiero aburriros más así que paso al segundo punto: nuestro proceso en el debate. De por sí ya es interesante juntarnos entre varios profesores, entre alumnos de cuarto y quinto e intentar analizar desde múltiples perspectivas. También es interesante como actividad formativa, aprender y debatir desde otros formatos que los contenidos habituales…. Argumentar y fundamentar… Aunque creo que son “competencias que aún nos faltan desarrollar más, quizás porque las ejercitamos puntualmente… En esta actividad el método también fue el contenido… ¿qué aprendimos de este debate…? ¿ en qué nos centramos?, ¿cómo profundizamos las miradas…? ¿ cómo integramos con la teoría, con nuestro saber experiencial y con un saber construido a partir de….. ?.

Cada uno tiene sus respuestas e impresiones, nos costó entrar en ritmo…. Y cuando empezábamos se terminó…. Quizás porque nos centramos o posicionamos como profesores fuimos muy duros con el profesorado porque a todos juzgamos por igual… o será que aún nos cuesta enfocar la mirada o “mirar con ojos de prácticos reflexivos”….

Me pareció muy interesante aquellas intervenciones que intentaron buscar otras vías o entrar en desacuerdos… y me preocuparon algunos silencios pensando en ese demoledor final de aquella alumna de la película que insistía en que no aprendió “Nada”, tal vez era la única que aprendió… al no recitar contenidos… o la que planteaba el fondo de la cuestión, nada había sido relevante para ella…. O veía las consecuencias que esto ocasionaría en su vida… además estaba prácticamente invisible en la peli….

 

PERO LO MEJOR ES QUE TUVIMOS LA OPORTUNIDAD DE OTRO MODO DE APRENDER…..  GRACIAS  Y SIGAMOS INNOVANDO PARA EVITAR LA "NADA" O DEPENDE COMO INCENTIVARLA????

 

Haciendo justicia: hilvanando algunas perlas

Haciendo justicia: hilvanando algunas perlas

Agradezco los comentarios a mi diario anterior así como las muestras de aliento que me habéis hecho personalmente, no os preocupéis no he caído en el desánimo pero si a veces es difícil mantener la actitud de la "pedagogía de la esperanza y la posibilidad". Pero he aprendido la lección porque desde entonces he encontrado unas cuantas perlas preciosas que contrarrestan aquellas otras que hice mención anteriormente. Y creo que es importante hacer justicia y también señalar esas perlas.... Por un lado, me gustaría destacar algunas como las que hemos recogido en el Master de Docencia que ya se ven reflejadas en el diario reflexivo de nuestros apreciados profesores en su rol de alumnos y alumnas.... Sin duda, los cambios en sus procesos y niveles de reflexión nos muestran que la manera de organizar estos entornos de enseñanza y aprendizaje dan sus frutos y resultan muy efectivos para apoyar una práctica reflexiva que lleva a una innovación real y a al desarrollo profesional. También porque estamos comprobando el impacto que tiene este proceso en sus propias clases, incluso en el uso de los diarios con sus estudiantes.

Otra perla que conforma este collar ha sido comprobar que la evaluación formativa que llevamos practicando en nuestras asignaturas resulta aún novedosa, en algunos casos todavía difícil de comprender. En Charlando con Charly y en el taller que realizó la semana pasada el profesor de la Universidad de Winchester Charly Ryan vimos reflejadas muchas de sus propuestas, sugerencias y recomendaciones sobre la evaluación formativa en nuestras prácticas docentes de Psicopedagogía. Él planteó desde la investigación algunos beneficios y ventajas de la evaluación formativa, y explicó que poco a poco van incorporando en su Universidad, y no de un modo generalizado, la evaluación formativa. En nuestro caso pude apreciar como el modo de entender la autoevaluación, la coevaluación, la triangulación, los criterios de evaluación y el proceso compartido en sí lo venimos practicando desde hace tiempo obteniendo esos resultados que en nuestro caso podemos recogerlo en la propia evaluación de los participantes y en las entrevistas. Motivo para seguir avanzando en esta línea..... y también para sistematizar y aprender a comunicar mejor esta experiencia a aquellos que por estar tan alejados de esta manera de concebir la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación les resulta difícil de entender o animarse a llevarla a la práctica.

Pero este collar no termina aquí y he podido agregar una perla más, conformada por el impacto que veo en las personas que participan o han participado en acciones formativas del Programa de Formación. He visto como están implicadas en la implantación de los nuevos grados con mucho impulso y haciendo escuchar su "voz" pero también "actuando en su quehacer cotidiano". Lo he visto, y esta vez en un sentido contrario a mi último blog, en las Jornadas id+tic2009 organizadas por un grupo de innovación de la Escuela Politécnica, Id+tic. Siendo unas jornadas centradas en las Tics y en una escuela politécnica el eje central de los debates y comunicaciones estuvo en las cuestiones educativas, más concretamente didácticas de la enseñanza universitaria. Un denominador común es que tanto los organizadores como muchos de los participantes llevan tiempo siendo muy activos en las acciones formativas que realizamos desde la Dirección de Formación Docente. En realidad, fue como comprobar in situ no solo un cambio de discurso sino de prácticas, una apropiación de la construcción de conocimientos de modo comprensivo.  Y también me resultó muy interesante ver el cambio y la maduración que se produjo en mucho de los participantes. Creo que podríamos decir, siguiendo a Kegan, que avanzaron en los órdenes de conciencia, superaron sin duda el dualismo... y vamos dando un paso más en el desarrollo del profesorado aunque tenemos que continuar trabajando para convertirnos en   sabedores profundos y comprometidos con el relativismo

Por último, creo que es justo poner el broche a este collar con una perla que está al alcance de nuestras narices: mis estudiantes y ex-alumnos/as así como mis compañeros y compañeras de "equipo" que realmente "se comprometen" desde dentro con la enseñanza... muestra de ello está en sus blogs, en sus prácticas, en las discusiones y preguntas en clases y en doctorado... y en el apoyo de mis compañeras y compañeros en todas las aventuras en las que nos embarcamos.... Es una cuestión esencial porque esa colaboración  ayuda a ir tejiendo ese hilo que nos sostiene y a elaborar otra vuelta más en este collar de perlas...

¿Cómo haremos para desatar este entuerto?

¿Cómo haremos para desatar este entuerto?

 

Llevo tiempo con la sensación de una mezcla de sentimientos entre el desasosiego,  la preocupación, la desilusión o tal vez la impotencia.  Me explico este último mes entre la asistencia a una serie de charlas, jornadas, reuniones, las lecturas de algunas opiniones y la campaña de información de Bolonia, que debo confesar, no ví más que algunos anuncios en periódico y escuche parte de alguna tertulia me han provocado ese maremagnum de sensaciones que fueron desde la angustia a la perplejidad.  Ahora con un poco de distancia o unos días de desintoxicación mental he pasado a una actitud de hacerme cargo de… de “responsabilidad”. Esto en el sentido de preguntarme que puedo/podemos hacer para reconducir esto… Creo que vamos en una dirección equivocada, o por lo menos en un sentido opuesto a lo que se pretende, por lo menos en el discurso… es decir, a la innovación.  Aún cuando se perciben en muchas personas ganas, ilusión  y la creencia qué lo que se está haciendo es “innovar” y en nombre de la innovación favoreciendo aprendizaje activo, la construcción de conocimiento, la evaluación conitnua, la facilitación de aprendizaje crítico….. y lo que veo en algunos casos es justamente que nos apartamos de estas finalidades o principios con las propuestas de actuaciones sugeridas. Y ya no digamos si nos centramos en la tan mentada “enseñanza por competencias”  o simplemente competencias a la que ya había dedicado otras reflexiones. En las últimas jornadas que asistí confirmo esta gran confusión que impera, los discursos contradictorios y la poca comprensión y menos apropiación desde otros significados o referentes a veces mencionados.

Un claro ejemplo es hablar de comptencias, citar definiciones oficiales basadas en constructivismo pero luego sustentar su desarrollo en Taxonomía de Bloom y estilos de aprendizajes…. en su evaluación en relación a “tests” aunque lo llamamos autoevaluación..

 

Una tendencia que puede mostrar un avance por ejemplo en las Jornadas de ADA muchos profesores hablaron de aprendizaje colaborativo y utilizan Wiki, blogs…. antes  más centrados en los problemas técnicos de la plataforma, o en el contenido y en los tests… Pero si analizas con más profundidad aquí nuevamente se utilizan los blogs casi como plataformas más sencillas para subir contenidos… comunicar algunas recomendaciones, o subir contenidos… Y en el debate de las Wiki importa identificar quién  ha contribuido a qué, cuántas veces….y volvemos a centrarnos no tanto en la competencias comunicativas e interacción sino en el producto y la calificación… Y lo que me parece aún más grave tanto debatir y fundamentar cómo facilitar procesos, aprendizajes auténticos, complejos… para caer en viejas prácticas que creíamos ya superadas como es necesario “dar incentivos”, premiar o penalizar… Y no digamos que las competencias específicas se pierden o quedan reducidas nuevamente a lo coneptual y las genéricas entre tantas calificaciones de instrumentales, sistémicas etc… se difuminan en listados interminables que no se sabe como se desarrollaran con propuestas comprimidas, actividades poco relevantes pero extensas..

Y entonces la flexibilidad se ha transformado en un corsé homogeneizador y controlador…que reafirma la idea que el profesorado es el que planifica todo al milímetro, cuadra las actividades al dedillo hasta el punto que me preguntó ¿dónde está la autonomía del alumnado?...

Y esto en el discurso cómo será en las prácticas….. van algunas joyas o tesoros…

“los alumnos que se someten a la evaluación continua” “hay que recompensar con puntos todo el esfuerzo” “en las guías dejar bien claro el incentivo” “el profesor es ahora un instructor, lanza preguntas que los alumnos tienen que responder” “hay que empujar hacia la asimilación de los conocimientos” “profesor diseña materiales, cuestionario de autoevaluación” “el procedimiento queda bien claro contenido más tarea más test autoevaluación”.. hay que dividir la sesiones teóricas con muchos alumnos y las prácticas con cuarenta pero controlar muy bien que cuadren y las prácticas sigan la teoría, coordinar para controlar que todos los grupos sigan mismo ritmo…..

Con estas perlas queda servido un ejemplo de confusión y¿cómo resolveremos el entuerto? . Para aliviar la responsabilidad, y no asumir sólo un compromiso de fin de año como diría Alejandro tendremos que pensar en nuestras actuaciones como alternativas a este discurso reduccionista….. a difundirlas…. y basta tal vez con instaurar entre nosotros esta alerta reflexiva…..